Muchos de nosotros podemos ver la autocompasión como algo similar a la conciencia o la gratitud: un objetivo valioso sin duda, pero difícil de convertir en una práctica habitual.
Muchas veces reservarse todas esas emociones puede acrecentar tu dolor y estrés, cuando hablar es una manera saludable de desahogarte y el primer paso para dar con las soluciones que necesitas.
Hay quien cree que esta voz exigente le ayuda a esforzarze, a no bajar la guardia y así mejorar. Todo depende del grado: claro que es posible que una voz exigente me empuje a esforzarme, el problema es que si me exige demasiado sin duda me provocará un desgaste emocional, y acabaré pagando un alto precio a esa ayuda.
Los pensamientos negativos son un hábito que muchas personas enfrentan a diario, pero la buena noticia es que existen herramientas respaldadas por la psicología para controlarlos y transformarlos.
Toma conciencia: anota las frases que aparecen cuando algo no sale como esperabas y te enfadas contigo. ¿Qué te dice? Es muy probable que te hable de “tú”.
Es muy común que después de hablar notes que tu ansiedad y pensamientos negativos provienen de un malentendido o una percepción errada de un problema que, en realidad, es algo que no tiene tanta importancia.
La atención plena o mindfulness puede ayudarte a estar presente en el momento y a no dejar que here los pensamientos negativos te dominen. Aprender a aceptar tus pensamientos sin juzgarlos puede ser de gran ayuda.
Recuerda siempre verificar la información presentada y buscar fuentes confiables para contrastarla.
La autocompasión es realmente reconocer lo que significa ser humano: cuáles son nuestras necesidades básicas
Por ejemplo, si tu crítico te castiga porque llegas tarde a todos lados, entiende que su motivación es que seas puntual. Busca maneras de llegar a horario desde un lugar interno de tranquilidad.
En caso de no detener el ciclo de los pensamientos irracionales y debilitantes, podremos derivar en más de un problema de salud mental. Además, debilitaremos nuestro potencial humano y seremos cautivos de la indefensión.
Cada uno de nosotros deberíamos tener en nuestro bolsillo psicológico alguna estrategia para manejar de forma efectiva ese tipo de dinámicas mentales.
Identifica los pensamientos negativos. Para examinar los pensamientos negativos y las preocupaciones, 10 en cuenta los tipos de distorsiones cognitivas que podrían estar involucradas.
Todos tenemos pensamientos negativos de vez en cuando, pero la clave está en aprender a reconocerlos y manejarlos antes de que se apoderen de nuestro día.